Este año significó un paso importante en la energía térmica solar en Sudamérica, pues en junio se inauguró la primera planta de este tipo en el desierto de Atacama, Chile.
Bautizada como La Planta de Concentración Solar en Potencia (CSP), ocupa una área de mil hectáreas, está ubicada en una de las zonas de mayor nivel de radiación solar del mudo y a diferencia de otras plantas fotovoltaicas o eólicas tiene la capacidad de generar electricidad durante horas, incluso durante la noche.
Lo especial de esta planta es que cuenta con 10.600 helióstatos, 392.000 paneles solares y una torre de 250 metros de altura. Además, tiene la capacidad de generar 210 megavatios de energía limpia para abastecer a unos 380 mil hogares y de ayudar a evitar la emisión de unas 630.000 toneladas anuales de CO₂.
Pero, ¿qué es la
energía térmica solar?, y ¿cuáles son las ventajas y usos? Si quieres conocer la respuesta a estas y otras preguntas, continúa leyendo para conocer más sobre esta fuente ilimitada de energía.
Te invitamos a leer:
¿Cómo funcionan las fuentes de energía renovables fotovoltaicas?
Antes de dar respuesta a las preguntas antes planteadas, es clave entender de qué se trata la energía térmica solar y las diferencias que tiene con otros sistemas de energía solar, como los paneles fotovoltaicos.
La
energía solar térmica (STE, por sus siglas en inglés) se refiere al calor generado por la radiación solar. Esta energía se utiliza en aplicaciones industriales, comerciales y residenciales, a través de diferentes tecnologías, incluida la producción de vapor, sistemas de calefacción y refrigeración, e incluso la generación de electricidad.
Por medio de la STE se puede producir temperaturas que van desde los 45° C hasta más de 300° C, lo que lo hace potencialmente útil para una amplia gama de sectores, como alimentos y bebidas, fabricación de textiles, producción química y minería.
Este calor generalmente se concentra usando espejos (helióstatos) y luego se usa para calentar agua. El agua caliente se usa en residencias o negocios o se calienta hasta que se convierte en vapor que puede usarse para hacer girar turbinas para generar electricidad.
En ese orden de ideas y ejemplificando con la planta en Chile, los 10.600 espejos se encargan de seguir la trayectoria del sol para captar la radiación y redirigirla hacia la torre de 250 metros de altura que hace las veces de receptor y donde circulan sales fundidas a una temperatura de 560º C transfiriendo el calor a un circuito que impulsa una turbina de vapor para generar energía eléctrica.
A simple vista, ambos parecen sistemas similares, pues usan el calor del sol para generar energía, pero no son lo mismo. Estas son algunas de las principales diferencias entre ambos.
La energía solar térmica destaca por su versatilidad y eficiencia, lo que la convierte en una opción atractiva para diversos sectores. A continuación, exploramos en detalle algunos de sus usos más comunes:
La calefacción de agua es una de las aplicaciones más extendidas de la energía solar térmica, tanto a nivel residencial como industrial. Mediante el uso de colectores solares, la energía del sol se captura y se transfiere al agua a través de sistemas activos o pasivos.
Además de proporcionar agua caliente sanitaria, este sistema puede utilizarse para calentar piscinas, manteniéndolas a una temperatura agradable durante todo el año y reduciendo los costos asociados al uso de electricidad o gas.
La calefacción de espacios mediante energía solar térmica es una solución sostenible para mantener los hogares confortables, especialmente en regiones con climas fríos. En este caso, la energía capturada se almacena en una masa térmica, como paredes, pisos o depósitos de agua, que posteriormente liberan el calor acumulado para calentar el ambiente.
Existen dos enfoques principales para la calefacción solar de espacios:
Un aspecto innovador de esta tecnología es su capacidad para proporcionar refrigeración solar. Mediante sistemas avanzados que aprovechan el ciclo de condensación y evaporación, es posible enfriar espacios y deshumidificador el aire, utilizando equipos de adsorción o absorción que funcionan con energía solar.
El secado de cultivos es una aplicación estratégica de la energía solar térmica en el sector agrícola. Este proceso, que tradicionalmente depende de combustibles fósiles o métodos rudimentarios, se puede realizar de manera más eficiente y sostenible mediante sistemas solares térmicos.
La tecnología solar permite un secado controlado de productos como cereales, café, frutas, tabaco, pescados y verduras. Esto es particularmente relevante en países en desarrollo, donde el acceso a tecnologías avanzadas puede ser limitado.
Los beneficios del secado solar térmico incluyen:
Por ejemplo, en la producción de café, un cultivo altamente sensible a la humedad, el secado solar asegura que los granos conserven su calidad y sabor característicos. De igual manera, en la industria pesquera, el secado solar térmico prolonga la vida útil del pescado sin recurrir a químicos o conservantes artificiales.
La industria es uno de los sectores donde la energía solar térmica puede tener un impacto significativo. Muchas operaciones industriales requieren calor a altas temperaturas, y la energía solar térmica puede satisfacer estas necesidades de manera limpia y eficiente.
Desde mejorar la calidad de vida en los hogares hasta impulsar la eficiencia en procesos agrícolas e industriales, la energía solar térmica demuestra ser una tecnología versátil y beneficiosa. Su implementación no solo ayuda a reducir costos energéticos, si no que también fomenta un uso más responsable de los recursos naturales, contribuyendo al desarrollo sostenible.
También te puede interesar:
Los 8 errores más comunes al elegir sistemas solares fotovoltaicos
De acuerdo al reciente informe publicado Renewables 2021 Global Status Report de REN21, la participación de los combustibles fósiles en la demanda total de energía final es tan alta como hace una década.
Si bien las energías renovables crecieron casi un 5% anual de 2009 a 2019, la participación de los combustibles fósiles se mantuvo en alrededor del 80% durante el mismo período. Y con los subsidios a los combustibles fósiles en 2019 por un total de USD 550 mil millones, casi el doble de la inversión total en energías renovables, los últimos 10 años de promesas de política climática han demostrado ser en su mayoría palabras vacías.
El informe también reveló que los usos finales eléctricos representaron solo el 17% del consumo total de energía final (TFEC). El sector del transporte representó un 32% estimado de TFEC y tuvo la participación más baja de energías renovables (3.3%). Los usos restantes de energía térmica, que incluyen calefacción de espacios y agua, refrigeración de espacios y calor de procesos industriales, representaron más de la mitad (51%) de TFEC; De esto, las energías renovables suministraron alrededor del 11%.
A partir de 2019, la energía renovable moderna (excluyendo el uso tradicional de biomasa) representó aproximadamente el 11,2% del TFEC, frente al 8,7% de la década anterior. A pesar del tremendo crecimiento en algunos sectores de energía renovable, la proporción de energías renovables ha aumentado sólo moderadamente cada año. Esto se debe al aumento de la demanda mundial de energía, el consumo continuo y la inversión en nuevos combustibles fósiles y la disminución del uso tradicional de biomasa (que ha llevado a un cambio hacia los combustibles fósiles).
Funciona mediante colectores solares que capturan la energía del sol y la convierten en calor. Este calor puede transferirse a un fluido, como agua o aire, que lo almacena o distribuye según sea necesario.
Ambas son formas de aprovechar la energía del sol, pero se utilizan para propósitos diferentes.
Sí, la energía solar térmica es una fuente de energía renovable porque utiliza el sol como recurso inagotable, no produce emisiones de gases de efecto invernadero y tiene un impacto ambiental mínimo.
El costo depende del tamaño del sistema, el tipo de colectores solares y las necesidades específicas del usuario. Aunque la inversión inicial puede ser alta, los ahorros en energía a lo largo del tiempo suelen compensarla.
Con el mantenimiento adecuado, un sistema de energía solar térmica puede durar entre 20 y 25 años o más. Los colectores solares suelen ser muy duraderos, mientras que las bombas y otros componentes pueden requerir reemplazos periódicos.
Sí, pero el mantenimiento es mínimo. Es importante revisar los colectores solares para asegurarse de que no estén obstruidos, verificar el aislamiento de las tuberías y realizar inspecciones periódicas de las bombas y los sistemas de almacenamiento.
Como puedes ver, la energía térmica solar ofrece una serie de ventajas y beneficios que vale la pena explorar y por qué no, aplicar en el hogar, negocio o empresa. Si esta es tu intención, en Solmic podrás encontrar una empresa que te puede ayudar en este proceso de pasar de la energía tradicional a la renovable con un servicio integral y de calidad.
Dirección
Edificio Ingenium
Calle 12a #68 c 03,
Bogotá, Cundinamarca
comercial@solmic.co
Teléfonos
Tel: (601) 743 00 70 ext 1400
PBX: (601) 743 00 70
Cel:
315 336 1861
Horario de atención
Lunes a Viernes:
07:00 am a 5:00 pm
Todos los derechos reservados | Gemlsa - Política de Privacidad - PQRS - Diseño y desarrollo por BlueCaribu